Pasos de colegio, falda a cuadros al viento,
Tus trece años tÃmidos cruzaban mi silencio.
Yo con mi guitarra, versos sin dueño,
Esperando el instante de nombrar este sueño.
Eras la hija del surdo, flor de un barrio gris,
El destino escribÃa un amor prohibido.
Huimos de las aulas, robamos el camino,
Tu risa era el mapa de un cielo escondido.
Primera vez sincera, mentira en mis labios,
Tus manos temblaban bajo el mismo techo.
Jurabas que el tiempo nos guardaba secretos,
Mientras el surdo dormÃa sin saber el vuelo.
Luego el barrio se apagó, tu familia se marchó,
Años sin eco hasta que el espejo habló:
Un niño en tus brazos llevaba mi voz,
Tus ojos decÃan lo que el tiempo borró.
Eras la hija del surdo, flor de un barrio gris,
El destino quemó lo que el amor unió.
Ahora tu mentira es cicatriz en mi piel,
Y aquel portal guarda lo que el surdo no vio.