Samara Najar

Samara Najar Cupa; Pensé que no conocería el amor incondicional nunca; Creí que ese amor no había sido creado para mi, pero llegaste tu Samarita, hija mía, y mi ser se reconcilió con el amor. no te esperaba, pero siempre te deseaba, y la bendición de Dios me llegó como un rayo fuerte e imponente y en un segundo mi vida cambio. desde la barriguita de tu mamita, siempre estaba yo cuidándote y esperándote, a veces te quedabas calladita y quietica, y eso me asustaba. al nacer tu llevaste luz a nuestra vidas, a la mía la llenaste de todo, yo me sentía vacío, pero ya no más, tu presencia lleno mi corazón. Eres mi princesa y mi reina, la bebe de papá, eres mi sol eres mi esencia, el motor que mueve mi vida, la fuerza que necesito para resistir. Hija, Cada día que pasa, siento que muero otro poquito, tu presencia se me hace cada vez más distante y tu ausencia más significativa. De seguir así, va llegar a ser insoportable. Aún no estoy sintiendo tristeza ni melancolía, pero mi corazón se hace cada vez más pesado de soportar. Eres mi princesa y mi reina, la bebe de papá, eres mi sol eres mi esencia, el motor que mueve mi vida, la fuerza que necesito para resistir. Pasó a visitar los lugares a los que solíamos ir juntos, y aunque hay niños jugando y riendo, se siente muy solo y triste estar allí. sin embargo, tampoco me quiero ir; pues aún puedo recordar todas tus acrobacias, y como corrías y te divertías montando los columpios y cruzando el pasamanos. me alegro mucho haberte hecho caso cada vez que me pedías ir al parque, pues me regalaste muchos buenos recuerdos. Samara Najar Cupa; Agradezco a Dios cada segundo por traerte a mi y por tenerte en mi vida.