Hiliana, espejo del alma
En el jardÃn de tu nombre, Hiliana, florecen versos,
como pétalos de luz que acarician mis sueños.
Tu nombre es melodÃa, un eco en el viento,
un susurro que calma el dolor y alimenta el contento.
Eres la brisa suave que besa mi frente,
la estrella fugaz que ilumina mi instante presente.
Tu mirada, un océano profundo y sereno,
donde se reflejan sueños, anhelos y anhelo eterno.
Como rÃo caudaloso, tu espÃritu fluye,
llevando consigo la fuerza que me construye.
En tu sonrisa, un sol que disipa la sombra,
en tu voz, una canción que mi alma nombra.
Eres la poesÃa que habita en mi ser,
la inspiración que me impulsa a crecer.
Tu presencia, un regalo que el destino me otorgo,
un lazo indestructible, un lazo que no se corro.
En cada latido, un recuerdo de ti,
en cada paso, la promesa de un feliz fin.
Hiliana, mi amiga, mi confidente, mi guÃa,
eres la luz que ilumina mi alegrÃa.
Tu esencia, un perfume que embriaga mis sentidos,
un misterio encantador, lleno de matices vividos.
En ti, encuentro la paz que tanto anhelo,
un refugio seguro, un eterno cielo.
Que este poema, Hiliana, sea un abrazo,
un testimonio de mi cariño, un eterno compás.
Que la magia de tus ojos, siempre nos acompañe,
y que nuestra amistad, por siempre se destaque