[Estrofa 1] Uno, cual Virgilio en la noche, Te guía, mas nunca te abandona, Vigila tus brasas humeantes cuando el manto de la sombra te envuelve. [Estrofa 2] Hasta el abismo se acerca un hilo Que te eleva, en silente salvación, Uno del trance y del temor inmundo Te ofrece abrazo y mirada serena. [Estrofa 3] Con látigo y firmeza, a su tiempo, Ya vislumbras lo aparente y lo real, Hasta que en tu alma se revele La verdad que te parece sin embargo, no es tal. [Estribillo (Coro)] Una es la luz, Uno el camino, Uno es el eco, lo que despierta Tu alma viva desde lo Eterno [Puente] Entre sombras se entretejen los susurros, melodías del oculto sueño, donde se funde la voz del maestro Con palpitares de universo. [Cierre] Cada nota que ilumina los senderos, Atizando lo que es y de lo que no aparece, Se vuelve un abrazo silencioso del destino. [Kōan Final] Si la noche teje en su manto tejes en silencio, dí, Virgilio ¿Quién encenderá la llama del uno que nunca muere