En la noche oscura se oyen los cuetazos, la troca blindada y yo nunca me atraso. Con la corta al tiro, mirada de acero, el que cruza línea termina en el suelo. Por el retrovisor ya los tengo fichados, los que traicionaron ya están enterrados. El equipo firme, los radios prendidos, en este negocio no hay compas heridos. No nací en cuna pero tengo el respeto, del rancho a la sierra, me sobran los nietos. Pa' subir la loma me ensucié de lodo, pero no me doblo, aquí seguimos todos. No hay tiempo pa' amores ni pa' los errores, los que se voltean prueban mis cañones. Yo cargo los clavos, yo reparto el pan, y si hay que tirar, pues vamos a tronar. La radio vibra, avisa la vuelta, nos vamos directo, con mente violenta. Las caras tapadas, el rifle ajustado, el que anda de hablador amanece callado. Puros corridos tumbados mi viejo. El polvo se alza, los casquillos suenan, la muerte se asoma pero no me llega. Mi gente confía, yo doy el ejemplo, al que tira mierda le bajo el presupuesto. Billetes y guerra, así fue mi escuela, con fuego en el pecho y alma de fiera. La envidia se acerca, pero no me alcanza, mi escuadra responde y no falla la danza. Los helicópteros dan vueltas arriba, la prensa no sabe, nomás adivina. Pero el que la juega entiende el calor, el que no respeta no dura, señor. La calle me hizo, yo no fui elegido, pero ya en la cima no existe el olvido. Y si un día caigo, que sea con honor, con los dedos firmes y sin traición. Así que apunten bien cuando hablen de mí, no soy leyenda, nomás sobreviví. Entre disparos y lealtad sincera, sigo tumbado… y la banda suena