Lazos

12 days agoAria v1
No nacimos con etiquetas, las aprendimos. Pero también se pueden desaprender. ¿Quién inventó el molde del ser “normal”? ¿Quién decide si tu forma de amar está mal? ¿Quién dijo que el éxito es uniforme y que ser diferente es no tener forma? Si la inclusión no está en la calle ni en la escuela, entonces, ¿en qué parte se enseña la igualdad verdadera? Nos sobran discursos, nos faltan acciones, nos falta entender que los cuerpos no tienen versiones. Porque todos somos otros si lo miras bien, cada cual con su historia, su ritmo, su tren. La diversidad no es un favor, es un derecho, no es compasión, es respeto en el pecho. Y si el mundo fuera un eco sin prejuicio ni temor, ser distinto no doliera, sería honor. La inclusión no es rampa, ni ley en papel, es que no te miren raro cuando entras también. Es que el niño con autismo tenga un aula que lo entienda, que la lengua de señas no dependa de una agenda. Es saber que no hay una sola forma de aprender, que hay miles de cerebros con formas de florecer. Que la pobreza no excluya, que el género no limite, que el color de la piel no condicione el chiste. Porque todos somos otros si lo miras bien, cada cual con su historia, su ritmo, su tren. La diversidad no es un favor, es un derecho, no es compasión, es respeto en el pecho. Y si el mundo fuera un eco sin prejuicio ni temor, ser distinto no doliera, sería honor. ¿Y si rompemos los espejos que deforman la empatía? ¿Y si dejamos de ver “al otro” como minoría? ¿Y si la inclusión no fuera un lema de campaña, sino el aire que respira una sociedad que no daña? No es más incluyente el que habla bonito, es el que escucha, el que camina juntito. El que no impone, el que se cuestiona, el que alza la voz cuando otra se desploma. Porque todos somos otros si lo miras bien, cada cual con su historia, su ritmo, su tren. La inclusión es semilla, es revolución, es mirar al distinto y ver ahí… el corazón. Y si el mundo fuera un eco sin prejuicio ni temor, ser distinto no doliera, sería honor… sería amor. Todos somos otros. Y si somos todos… ya no hay otros.

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