(Intro Voz hablada, grave, como una confidencia en la oscuridad) "Nos enseñaron a buscar la luz... a temerle a la oscuridad. Simple, ¿no? Pero olvidaron advertirnos que toda luz proyecta una sombra. Y que a veces, las peores mentiras se visten con los trajes más brillantes. Te acostumbras a vivir en el gris, en el umbral... hasta que ya no distingues el rostro del monstruo en el espejo. Y ese... ese es el verdadero infierno." (Verso 1 El b**t entra. Es un boom bap lento, pesado, con un bajo que retumba como un latido cansado) El noticiero es el sermón del nuevo clero, vendiendo paz empaquetada con sabor a noticiero. El político sonríe, un Judas con traje sincero, prometiendo un paraíso mientras cava tu agujero. La justicia es una dama ciega, sí, pero con la balanza comprada, su espada solo corta el cuello de la gente equivocada. Se indignan en las redes, una furia prefabricada, rezan por la paz mientras fabrican las granadas. Y la hipocresía es el aire que hoy se respira, un dogma de apariencias donde la verdad expira. El pueblo, anestesiado con pan y circo barato, en un laberinto de espejos que distorsionan los rasgos. Construyen efigies de héroes sobre tumbas de inocentes, y nos programan para ser obedientes, indiferentes. (Estribillo La intensidad sube, la voz se vuelve más firme y cortante) ¡Vivo en un claroscuro constante! Donde el bien y el mal son amantes en un baile delirante. Donde la verdad es un instante que se fuga hacia adelante. ¡Claroscuro! ¡Es el color de mi estandarte! Soy la pregunta que incomoda en tu banquete de farsantes, la nota disonante entre tus himnos ignorantes. En este mundo de ciegos guiados por otros ciegos, yo prefiero ser el loco que le prende fuego a sus juegos. (Verso 2 El b**t mantiene su peso, pero la lírica se vuelve más introspectiva) Y en este lienzo gris me interrogo por el propósito, si el tiempo es un verdugo o un médico a propósito. Si vivir es escalar sin ver la cima del risco, ¿morir será un descanso o solo un cambio de disco? El bien y el mal son solo puntos de vista, te dirán, depende del lado del arma en que estás, y mentirán. Porque el hambre de un niño no es relativa, es real, como el dolor de una madre o la injusticia judicial. El tiempo es un tirano con reloj por esqueleto, nos roba la inocencia y nos convierte en un objeto. Y el amor... ¿qué es el amor? ¿Un contrato, un escape, un pacto? O una tregua en esta guerra fría que mi alma con mi mente lleva a cabo. Busco respuestas en libros, en miradas, en el silencio, mientras los buitres de traje dictan cómo ser honesto. (Estribillo La voz ahora es casi un grito de rabia contenida, lleno de fuerza) ¡Vivo en un claroscuro constante! Donde el bien y el mal son amantes en un baile delirante. Donde la verdad es un instante que se fuga hacia adelante. ¡Claroscuro! ¡Es el color de mi estandarte! Soy la pregunta que incomoda en tu banquete de farsantes, la nota disonante entre tus himnos ignorantes. En este mundo de ciegos guiados por otros